EMPTY…. Depósito vacío

Circular en reserva no es buena idea y va contra nuestro bolsillo, sobre todo en los coches de gasolina. El motivo es que la gasolina es un combustible muy volátil y se evapora fácilmente. Cuanto más vacío está el depósito, más gasolina perdemos por evaporación.

Para muchos conductores , el color del testigo de reserva de combustible es un misterio porque nunca se les ha encendido, pero para otros, forma parte del sistema de iluminación habitual del salpicadero.

Para ambos, cuando se enciende la luz de reserva comienza la cuenta atrás. A corto plazo para exponerse al peligro que supone quedarse tirado en alguna cuneta en el mejor de los casos y a largo plazo para enfrentarse a averías que pueda provocar circular con el combustible que nos queda en el fondo del depósito.

¿Cuánto dura la reserva?

Depende de cada vehículo y del volumen de cada tanque, ya que será superior cuanto más grande sea el depósito. La reserva equivale al combustible necesario para que podamos llegar a una gasolinera, y que en la mayoría de vehículos anda cerca de los 50 o 60 kilómetros.

Si se te enciende la luz de reserva es conveniente buscar la gasolinera más cercana y evitar tentar a la suerte.

Pero ¿Qué ocurre cuando nos quedan un par de litros en el depósito? Le estamos dando mucho más trabajo a la bomba. Por otra parte, la refrigeración de la bomba de gasolina la hace el propio combustible y una succión defectuosa provoca que las burbujas de aire se cuelen en el circuito, perjudicando la refrigeración además de empobrecer la mezcla de aire y combustible.

El problema de los sedimentos

Los residuos del fondo del depósito pueden atascar los inyectores. ( Adiós al sueldo de dos meses)

¿De dónde vienen las impurezas? ¿Cómo se forman?

Lo primero que se nos viene a la cabeza es la calidad del combustible con el que llenamos el depósito en cada gasolinera, hay gasolinas más caras y más baratas, “por algo será”, pensamos. Existen muchos mitos y bulos acerca de esto.

(En España la Compañía Logística de Hidrocarburos distribuye el combustible para todas las compañías, el cual sigue todas las normas de calidad y es exactamente igual para todas las distribuidoras.)

En los motores diésel la suciedad se acumula en los inyectores y en el filtro de partículas, mientras que en los vehículos de gasolina la suciedad se acumula en las válvulas de admisión, inyectores y pistones. Una limpieza ronda en Motor Garage Racing completa, los 180€ si no hay mayores problemas

Por lo tanto, además de llevar un correcto mantenimiento del vehículo, dos consejos para evitar estas circunstancias:

  • En primer lugar no apurar el depósito de nuestro coche y procurar no llegar a la reserva
  • Y por otra parte, cuidarse de repostar en una gasolinera cuando nos encontramos con un camión que está descargando el combustible en ella, (en esos momentos se remueve todo el combustible de los tanques con la consiguiente mezcla de impurezas).

Si quieres evitar averías, no apures el tanque de combustible hasta la última gota

Los componentes de sistema de alimentación de combustible pueden sufrir costosas averías si exprimimos hasta la última gota de combustible que queda en el tanque.

¿Qué puede pasarnos? ¿Cómo evitar estos problemas?

Reemplazar una bomba de combustible es una broma muy cara – especialmente en mano de obra – y en algunos coches implica desmontar el depósito de combustible e incluso el eje trasero.

¿Qué tal suenan casi cuatro cifras o las cuatro cifras de factura? Por otra parte, al apurar el tanque de combustible la bomba absorbe los sedimentos que con el tiempo se forman en el fondo del depósito. Estos sedimentos pueden con el tiempo atascar partes de la bomba de combustible, el filtro, la bomba de combustible de alta presión e incluso llegar a los inyectores. Un fallo de los tres componentes puede darse en casos extremos, y sobra decir que el precio de reemplazar estos componentes puede ser altísimo, especialmente en los coches diésel modernos.

¿Pueden multarte por quedarte sin combustible en la carretera?

No repostar a tiempo puede traducirse en una sanción económica de 200€ y en una avería (Leve, moderada o seria).

En realidad, el reglamento general de circulación, no sanciona la falta de combustible, pero sí las circunstancias que normalmente rodean a esta pequeña catástrofe. A saber: estacionar en un lugar indebido y/o realizar maniobras que pongan en riesgo al conductor o a otros usuarios de la vía.

Sobre la primera, en el artículo 90 se dice que: “la parada o el estacionamiento de un vehículo en vías interurbanas deberá efectuarse siempre fuera de la calzada, en el lado derecho de ésta y dejando libre la parte transitable del arcén”. Hacer lo contrario, salvo en caso de avería o accidente, se traduce en una sanción de 200 euros (sin pérdida de puntos). Sin gasolina no se estaciona fácilmente donde uno quiere.

De hecho, cuando el depósito se vacía de golpe, el motor se para y desaparece la asistencia a la dirección y la efectividad de los frenos, de modo que mientras el conductor logra detenerlo del todo, el vehículo se convierte en un elemento sin excesivo control y capaz de motivar situaciones de riesgo. Y ahí se queda.

Entonces el automovilista puede ser multado por conducción negligente: “Se deberá conducir con la diligencia y precaución necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno, cuidando de no poner en peligro, tanto al mismo conductor como a los demás ocupantes del vehículo y al resto de los usuarios de la vía”. La sanción también es de 200 euros.

El automovilista debe señalizar la situación con los triángulos de peligro y siempre con el chaleco puesto, a no ser que quiera exponerse a una multa de 80 euros.

Ya estas estacionado, con los triángulos de emergencia puestos, luces de emergencia encendidas, chaleco puesto… pero… ¿Dónde está la gasolinera más próxima? La reacción natural será llamar al servicio de asistencia en carretera del seguro para que envíe una grúa. Pero ¿esta circunstancia está cubierta?

Otra alternativa, si la suerte ha querido que haya una estación de servicio cerca, es acudir a ella a por combustible. Pero no servirá cualquier garrafa o botella que llevemos, sino solo los homologados por la normativa sobre transporte de mercancías peligrosas, que prevé multas de entre 2.000 y 3.000 euros para quien utilice garrafas o botellas sin homologar. No merece la pena arriesgarse: no son caros y los venden en las propias gasolineras. Eso si… deberemos aguantar las miradas con cierta ironia de los empleados a tal hecho.

Las posibles sanciones terminan aquí, pero no los problemas. Al menos para los coches de gasóleo. Uno de gasolina se pondrá en marcha de nuevo en cuanto reciba combustible suficiente, pero en un diésel tal vez sea necesario purgar el circuito, por lo que no quedará más remedio que llevar el coche al taller, si no se tiene experiencia en la purga. Si se tiene algo de experiencia en ello, no deberías quedarte sin combustible a no ser que te quieras gastar un dinero en reparaciones.

Poniendo un ejemplo:

Te has quedado sin combustible en una autopista…

  • Te quedas estacionado en el arcén …,,,,,,,,,,,,,,,,… 200€
  • Conducción negligente…………………,,,,,,,,,,,,,,,,……..200€
  • No llevas ni triángulos ni chaleco: ………,,,,,,,,,,,,,,,,,…80€
  • Llevas el combustible en botellas recicladas…….. 2000€

Total de la broma……….. 2480 €

(sin contar posibles averías internas por la circulación continuada con el depósito siempre a mínimos )

La policía encargada de la seguridad en las carreteras, además te pondrán la cara colorada..

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