Ya es primavera.

Comenzaremos a tener más horas de sol y hará menos frío durante el día. Es hora de comenzar a hacer viajes aprovechando el buen tiempo, asi que no te olvides que tu coche necesita unos pequeños ajustes y un mantenimiento, para que podáis disfrutar de kilómetros y kilómetros sin problema alguno.

Durante el invierno, ha habido heladas, y ha habido nevadas, lo que en las carreteras se traduce en daños: (grietas, agujeros, baches…). Debemos recordar que, en primavera, suelen producirse temporadas de lluvias, y días de calor, que hacen florecer las ciudades y el campo, elevando los síntomas alérgicos. El polen, también afecta a nuestro vehiculo en el motor, filtros y sistemas de climatización.

Por ello, en MOTOR GARAGE RACING, os efectuamos una revisión económica de varios puntos, en esta época del año.

Filtro de aceite

Las condiciones en las que se encuentran tanto del filtro del aceite como el nivel del mismo son uno de los puntos de verificación más importantes. El aceite -y su filtro– es un elemento esencial en el sistema de lubricación y su ausencia llevaría a un desgaste rápido de los componentes del motor que causarían costosos daños. El filtro de aceite se debe cambiar junto con el aceite, a los 10 mil kilómetros más o menos.

Filtro de aire

Es una de las piezas que más desgaste sufre durante el invierno, por lo que es recomendable cambiar esta pieza de cara a primavera para evitar que se obstruya, ya que un filtro dañado da como resultado un aumento considerable del consumo de combustible y eleva el riesgo de fallo del motor. Lo aconsejable es sustituir el filtro de aire cada 20 mil kilómetros.

Filtro de combustible

El filtro de combustible es un repuesto igual de importante. Su tamaño es pequeño pero su influencia sobre el vehículo es enorme y, aunque por regla general puedes montarlo y desmontarlo fácilmente con tus propias manos, es necesario disponer de las herramientas adecuadas y unos conocimientos básicos.

Los síntomas básicos de un filtro de combustible sucio son un aumento de consumo de combustible, el motor se detiene frecuentemente, hay dificultad para arrancar o el motor no arranca y se producen ruidos extraños. Además, si no se cambia el filtro en el momento adecuado, el combustible se mezclará inadecuadamente, lo que producirá la pérdida de potencia del coche.

Sistema de frenado

Los frenos son una parte básica que tiene que estar perfecta antes de realizar un viaje.

Los frenos son importantísimos en cualquier época del año y su mal funcionamiento debería solucionarse lo antes posible para garantizar tanto nuestra propia seguridad como la del resto de la vía. Si quieres saber cuándo deberías cambiar los frenos, solo tienes que prestar atención a síntomas como un cambio en la distancia de frenado o sonidos anormales durante la frenada, aunque los modelos más modernos incluso te informan en el panel de instrumentación. Adicionalmente, es aconsejable que cada vez que cambiemos las pastillas, revisemos también el desgaste de los discos (si el disco disminuye su grosor mínimo predeterminado, es momento de cambiarlo).

De esta manera, el mantenimiento periódico de estos sistemas y la sustitución de las piezas deterioradas a tiempo puede evitar que se produzcan futuros accidentes.

Limpiaparabrisas

Los limpiaparabrisas son el típico elemento que siempre está a la vista pero, cuando toca hacer revisiones, se quedan los últimos de la fila. Pensemos que la temporada de invierno tiene un tremendo impacto sobre su estado, pues las grietas en las gomas aparecen por la influencia de las bajas temperaturas, el viento y la nieve, lo que hace necesaria su revisión y posible reemplazo de cara a las frecuentes lluvias de la primavera.

Sistema de aire acondicionado

Otro punto importante de cara a la temporada de verano es el estado del aire acondicionado. Si el aire acondicionado en el habitáculo no es capaz de rebajar en 10 grados la temperatura exterior, algo no está funcionando correctamente. Los filtros de este se encargan de limpiar el aire que respiramos en el habitáculo, así que lo más recomendable es sustituirlos cada seis meses, a ser posible haciendo coincidir su sustitución con el inicio de la primavera para evitar alergias. De esta forma, cuando llegue el verano el aire acondicionado funcionará de forma óptima y habremos evitado tanto los alérgenos como las bacterias que se hubieran acumulado durante el invierno.

Líquidos al nivel adecuado

La primavera es época de hacer viajes, hacer una salida de fin de semana… Cuando vas a realizar un viaje largo donde el coche va a sufrir altas temperaturas, lo mejor es echarle un ojo al líquido refrigerante.

El líquido refrigerante ayuda a mantener durante todo el año el motor a una temperatura óptima.

No sólo hay que revisarlo antes de salir de viaje, también si al circular el piloto de aviso se enciende o simplemente no has prestado atención al nivel del líquido en un tiempo, lo ideal es abrir el capó del coche y comprobarlo.

Comprobar la cantidad es muy fácil, ya que estos depósitos son transparentes e indican el nivel adecuado según el fabricante.

Para añadir un poco de líquido refrigerante es conveniente echarlo cuando el coche se encuentra frío y situado sobre una superficie llana.

El mantenimiento en este caso no será muy complejo. Es recomendable revisar el estado del líquido refrigerante con frecuencia y recordar que el buen funcionamiento del motor de nuestro coche depende de su refrigeración.

Luces: Mantenlas a raya.

Las luces de nuestro coche son la clave para ver y ser visto. Es verdad que en primavera los días son más largos, pero debes estar preparado por si las condiciones climatológicas cambian rápidamente.

Para un buen mantenimiento verifica que todas las luces de tu coche funcionan correctamente, las de freno, las de posición, las de cruce, las largas y las antiniebla.

Es importante comprobar la altura y la regulación de las luces para evitar deslumbrar a otros turismos.

Además, es recomendable cambiar las lámparas del coche por parejas para garantizar un funcionamiento óptimo de las mismas.

Con los neumáticos, no se juega.

Los cambios bruscos de temperatura pueden afectar a la presión de los neumáticos. Después del invierno, la presión de los neumáticos puede verse afectada por las bajas temperaturas. Revísa las presiones.

Algunos fabricantes recomiendan que durante la primavera, se realice una rápida revisión de la presión cada 15 días y siempre antes de realizar un viaje por carretera con las plazas ocupadas o grandes cargas.

Para conocer la presión que debe llevar el coche, lo mejor es seguir las instrucciones del fabricante. Así como que no haya daños en las gomas y que la profundidad del dibujo tenga como mínimo 1,66mm.

Si al comprobarla, la presión es inferior, los neumáticos pueden haber sufrido un pequeño desgaste, el cual puede producir aquaplaning si circulas mientras llueve.

Si por el contrario la presión es superior, los neumáticos se desgastan más rápidamente por la parte del centro de la banda pudiendo reventar ante cualquier incidencia en el asfalto o un golpe brusco.

Otros

Un elemento al que no le damos mucha importancia, es la amortiguación, Esta asegura que los neumáticos no se despeguen de la carretera y mantienen firme la dirección. Los frenos por su parte permiten que tu coche se detenga con eficacia, por lo que estos dos sistemas son de vital importancia para una conducción segura. En nuestro taller podrás realizar una revisión completa que incluya la comprobación del líquido de frenos que deberá permanecer al nivel marcado por el fabricante.

La batería del coche sufre mucho en invierno, las bajas temperaturas la deterioran más rápido, sobre todo si el vehículo pasa las noches a la intemperie. Si notas que cada vez tarda más en encenderse desde que arrancas el coche o si claramente ves que la señal de batería se ilumina en el panel de instrumentos, es hora de cambiarla.

Con tu seguridad, y la de los tuyos, no escatimes. Hazlo ahora, y evita gastos mayores.

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